Hace unos 5.000 años, la civilización de Caral, la más antigua del Perú y de América, era consciente de que vivía en un territorio vulnerable a los sismos y que también podía predecir el clima al observar el comportamiento de los astros.
Sin necesitar los modernos laboratorios y maquinarias que tienen los científicos de hoy, la sociedad de Caral (3000 a.C - 1800 a.C.) desarrolló avanzados sistemas que hasta la fecha dejan con la boca abierta a especialistas y científicos nacionales e internacionales.