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Se avecina el periodo invernal y con él la temporada de tos en los niños se declara inaugurada. Como padres nos preocupa ver a nuestro hijo en esta situación y casi en automático pensamos en las diferentes formas de detener la tos: remedios, jarabes, nebulizaciones… aquí te cuento por qué eliminar la tos NO es la respuesta y qué hacer en su lugar.
Por qué aparece la tos en los niños y cómo manejarla
La tos en los niños aparece como mecanismo de defensa que ayuda a movilizar y expulsar las secreciones que se producen en exceso en las vías respiratorias. Por lo dicho, no es buena idea que nos esforcemos en frenar la tos. Es mejor facilitar su trabajo, haciendo que las flemas sean menos espesas para que con la ayuda de la tos puedan expulsarse con menor dificultad.
Muchos padres de familia acuden con su hijo a consulta en espera de que el pediatra le prescriba algún jarabe y salen decepcionados cuando el médico no lo hace. Sucede que según importantes asociaciones de pediatría como la AEP, los jarabes que se emplean normalmente contra la tos no han demostrado tener alguna eficacia y por el contrario en ocasiones han resultado en intoxicaciones. Otros medicamentos que se utilizan para fluidificar (hacer menos espesas) las flemas, como el ambroxol, tampoco representan ninguna ventaja al simple hecho de mantener al paciente correctamente hidratado.
Por esto, los pediatras coinciden en que lo mejor que se puede hacer para tratar la tos, es mantener al niño bien hidratado. En los bebés la mejor estrategia es aumentar las tomas de pecho materno o leche de fórmula y en niños mayores procurar que su ingesta de líquidos sea mayor.
Si bien cada niño debe ser evaluado por el médico para determinar el origen y tratamiento para la tos que padece, un gran porcentaje de los casos se derivan del resfriado común, por lo tanto, es muy probable que el pediatra no recete jarabes ni medicamentos a su hijo, porque aunque te parezca extraño, no los necesita. Confía en tu médico y sigue sus instrucciones.
