Estudios realizados por diferentes centros de investigación, indican que hace más de 2.000 años, Baia era algo así como “Las Vegas” del Imperio Romano, una ciudad vacacional y de lujuria a unos 30 kilómetros de Nápoles. Sin embargo, sus orígenes se sitúan en el siglo III a. C., cuando era un lugar fundamentalmente religioso.
En el siglo I a. C., Pompeyo limpió las costas de piratas y los patricios romanos comenzaron a construir allí sus residencias de verano. Más tarde se convirtió en el emplazamiento predilecto de los futuros emperadores para tomar un respiro lejos de la política de Roma, desde Augusto hasta el excéntrico Calígula, pasando por el oscuro Nerón o Adriano.
Después de la caída del Imperio Romano, en torno al siglo XVI la ciudad de Baia desapareció de los mapas ya que la intensa actividad volcánica de la zona que está rodeada por 24 volcanes, entre ellos el Vesubio, hizo que el mar se la tragara.
Los buceadores a quienes se les permitió explorar la zona han tomado nuevas e impresionantes fotografías de la ciudad hundida de los Césares, que se perdió durante 1.700 años bajo las olas de la costa oeste de Italia.
Los historiadores afirman que Bayas (Baiae) era como la actual ciudad de Las Vegas para los hombres ricos de la antigua Roma del siglo I, cubierta de extensas mansiones y sinónimo de lujo e iniquidad.
Pero con el tiempo, gran parte de la ciudad se perdió bajo el mar debido a la actividad volcánica, que llevó a la costa a retirarse 400 metros hacia el interior, obligando a toda la ciudad a sumergirse en lo que ahora es el Golfo de Nápoles, en Italia actual.
Sin embargo, la ciudad ha sido reconstruida 1.700 años después de desaparecer bajo el agua. Recientemente, los buceadores han explorado el lugar y tomado fotografías de los tesoros que todavía se pueden encontrar allí.
Publicado por America CF